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¿La transformación digital… una ola gigante que China ha comenzado a surfear?

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17 de enero de 2022

Durante los últimos años hemos visto como términos como la transformación digital, disruptivo, automatización y un sinfín de palabros parecidos se han integrado definitivamente en nuestro vocabulario diario para sentirnos parte de una ola gigante que va cogiendo cada vez más altura y de la que no nos queremos caer cual surfista frustrado (doy fe de ello).

A estas alturas todos sabemos que las nuevas tecnologías nos ayudan a mejorar los procesos internos y externos en las empresas, y un futuro sin ellas es algo “inconcebible” como diría Visini.

¿Pero realmente dominamos esta terminología tanto como para saber de qué estamos halando?

En lo que a mí respecta, el 5G, la IA, el IoT, Blockchain, Big Data o la reciente Computación cuántica eran prácticamente lo mismo, es decir, términos que quedan muy bien cuando los dices, pero si los tienes que explicar se te queda una cara de memo difícil de disimular.

Me he propuesto aclarar algunos de estos términos de manera sencilla, con el fin de entender su relevancia en el ámbito del mercado internacional en un mundo tan globalizado como el que nos ha tocado vivir:

5G: Este término se utiliza para nombrar a los móviles de 5ª generación. ¿Bien, y eso qué significa? Pues parece ser que los primeros móviles que servían únicamente para hablar eran los de 1ª generación (1G). Los que servían además para mandar SMS eran de 2ª generación (2G), cuando se introdujo internet surgieron los de la 3ª generación (3G) y la 4ª generación (4G) nos ayuda a descargarnos vídeos con total naturalidad además de un sinfín de cosas más.

Pues la Las 5ª generación (5G) nos permitirá hacer todo lo de arriba pero mucho más rápido y sin latencia (delay para los que jugáis a la Play Station) y además conectándonos con todo quisqui a la vez.

IoT: Sería algo así como que diferentes máquinas con sensores, bluetooth, wifi y demás opciones de conexión, nos están continuamente mirando y escuchando para aprender nuestra rutinas con el fin de hacernos nuestra vida más fácil….(y de paso convertirnos en más tontos)

IA: Este término siempre me recuerda a la famosa partida de ajedrez entre el gran maestro de ajedrez Garry Kasparov y el ordenador Deep Blue de IBM.  ¡Me acuerdo que me resultó alucinante pensar que un ordenador podía precisamente…pensar!  además de ganar al Ogro de Bakú, que no es broma. Digamos que son máquinas que están programadas para llevar a cabo determinadas tareas de forma automática sin la necesidad de que los seres humanos supervisen su trabajo, como por ejemplo Alexa o Siri… ¡si hasta cuentan chistes!

Big Data: El análisis de una ingente cantidad de datos que se desgrana al mínimo detalle para conocer los gustos, preferencias, comportamientos y poder segmentarlos en diferentes categorías y utilizar modelos predictivos para que las organizaciones puedan tener indicadores de aceptación de sus productos, potenciales ventas…toma ya.

Pues bien, estos términos que a muchos de nosotros nos sonaban a “chino”, los están llevando a la práctica precisamente ellos de una manera totalmente coordinada, estratégicamente bien preparada y diseñada para dar el salto definitivo al liderazgo de las nuevas tecnologías del siglo XXI con el nombre de Ruta de la Seda Digital (o DSR).

Más allá de los cables submarinos, el control de las comunicaciones y sistemas de navegación satelitales o implantaciones de tecnología 5G en países y zonas estratégicas en África, Oriente medio, parte de Europa y Asia o América Latina, el DSR nos demuestra la importancia que tiene una acción conjunta y totalmente sincronizada para conseguir que un megaproyecto de este calibre vaya avanzando a un ritmo de crucero imparable.

«La innovación impulsa la productividad; hace que las empresas sean competitivas y los países fuertes. Necesitamos mantenernos al día con la tendencia de la Cuarta Revolución Industrial, aprovechar conjuntamente las oportunidades creadas por el desarrollo digital, en red e inteligente, explorar nuevas tecnologías y formas y modelos de negocios, fomentar nuevos impulsores de crecimiento y explorar nuevas vías de desarrollo, y construir la Ruta de la Seda Digital y la Ruta de la Seda de la Innovación»

XI JINPING dixit.

La intención del DSR es cubrir a los participantes de la Iniciativa Belt and Road (BRI) mediante la creación de una plataforma digital única que integre a la perfección todo el comercio en el BRI.

 

¡Plataforma digital única!

 

Esto quiere decir que los proveedores de logística y cadena de suministro están trabajando conjuntamente para lograr este objetivo. Hay beneficios significativos y obvios en este nivel de integración, particularmente la integración perfecta de la transferencia de datos. Esto aceleraría el comercio a través de las fronteras regionales, ya que una base de datos central reduce la dependencia de la documentación actual manejada manualmente, como conocimientos de embarque, cartas de crédito y documentación de despacho de aduanas.

¿Pero y en occidente? Pues más bien diría que cada uno hace la guerra por su lado y procura desarrollar integraciones de manera individual (o dicho de otra manera, cada figura dentro de la cadena logística quiere hacer su propia ruta de la seda digital).

Por mucho que una empresa o incluso una comunidad portuaria de cualquier ciudad de occidente haya conseguido trazar y conectar diferentes sistemas para poder tener una alta visibilidad en la cadena operativa y comercial, esto solo cubrirá una mínima parte de toda la cadena logística.

Hay cuestiones estratégicas que tienen implicaciones económicas para quienes desean ser empresas verdaderamente globales. ¿Se podrá elegir entre el comercio dentro de una única plataforma digital o una multitud de plataformas que tienen una interfaz (API o EDI) que permitirían que diferentes sistemas de datos operativos se comuniquen entre sí? ¿Cuáles son las implicaciones de costos para hacer negocios con dos ecosistemas comerciales digitales que tienen una capacidad limitada para comunicarse entre sí?

En el corto y mediano plazo, es cada vez más evidente que el comercio con China requerirá su incorporación al DSR.

La trazabilidad, la transparencia y la información a tiempo real son un MUST que nos tenemos que exigir nosotros, pero no porque lo decidamos así unilateralmente, sino porque la sociedad lo demanda cada vez con más fuerza y sin las nuevas tecnologías y esos palabros tan rimbombantes no lo podremos conseguir, pero menos aún sin el pegamento que los une como son el consenso y la coordinación. De otra manera difícilmente podremos tener algo parecido al DRS y no nos quedará otra que pasar por el aro.

 

Mikel Lavin

General Manager

en Intermodal Forwarding